1. El seguro a todo riesgo siempre es la opción más adecuada. Los conductores suelen mantener el coche asegurado a todo riesgo durante largos periodos de tiempo. Sin embargo, cuando el vehículo tiene cierta antigüedad (a partir de los cinco años), el seguro a todo riesgo empieza a perder sentido. En caso de tener un siniestro, si la reparación del coche supera aproximadamente un 75% de su valor, por norma general las compañías aseguradoras asumen que no merece la pena reparar el coche e indemnizan al asegurado por el importe correspondiente al valor del coche en ese momento. Teniendo en cuenta la fuerte depreciación que sufre un automóvil con el paso del tiempo, llega un momento en el que no merece la pena pagar las elevadas primas de una póliza a todo riesgo en relación con la posible indemnización. Por eso, para lograr un ahorro significativo sin perder un adecuado nivel de protección, es recomendable ir adaptando el nivel de cobertura del seguro según avancen los años introduciendo, por ejemplo, una franquicia o pasando a una póliza de terceros con coberturas específicas de lunas, robo y/o incendio.
2. Los coches de colores llamativos, como el rojo o el amarillo, tienen primas más elevadas. El motivo que alegan los que esgrimen esta teoría es que las aseguradoras asocian estos colores automáticamente con juventud y una conducción agresiva. Pero lo cierto es que las aseguradoras no contemplan el color como una de las variables que deciden la prima, según AsesorSeguros.com. Sí lo son las características técnicas del coche o el historial de conducción.
3. Los extras añadidos al coche se incluyen automáticamente en el seguro. La mayoría de las aseguradoras exigen que los equipamientos que no vienen de serie, como faros de diseño, cristales tintados o GPS, sean declarados expresamente en la póliza para quedar cubiertos y, dependiendo del valor, además incrementarán el coste del seguro.
4. Dar parte de un accidente siempre supone un aumento de la prima. Dar un parte de accidente puede aumentar el precio de renovación anual de la póliza o no. Es posible, incluso, que habiendo dado un parte al recalcular la cuota anual del seguro, ésta se reduzca. Esto sucede porque dependiendo del número de partes que haya declarado el asegurado, las circunstancias y la gravedad de cada uno de los incidentes, el nivel de bonificación puede no verse afectado. Lo que sí es evidente es que una conducción segura y responsable es la mejor garantía para obtener un seguro más económico. De hecho, existen ciertas aseguradoras que permiten hasta 3 partes al año sin que ello suponga una penalización en la prima.
5. Contratar todos los seguros de coche y el de la casa con la misma empresa siempre será más económico. Está demostrado que cada entidad tiene su grado de especialización en un segmento determinado. Una aseguradora puede tener el precio más competitivo para el seguro de un Ford Focus de una conductora menor de 30 años, pero en cambio ser mucho más cara que otras opciones para la póliza de un BMW Serie 3 de un conductor mayor de 50 años o, por ejemplo, para el seguro de una vivienda. La forma más efectiva para ahorrar consiste en investigar y comparar todas las posibilidades que ofrece el mercado.
2. Los coches de colores llamativos, como el rojo o el amarillo, tienen primas más elevadas. El motivo que alegan los que esgrimen esta teoría es que las aseguradoras asocian estos colores automáticamente con juventud y una conducción agresiva. Pero lo cierto es que las aseguradoras no contemplan el color como una de las variables que deciden la prima, según AsesorSeguros.com. Sí lo son las características técnicas del coche o el historial de conducción.
3. Los extras añadidos al coche se incluyen automáticamente en el seguro. La mayoría de las aseguradoras exigen que los equipamientos que no vienen de serie, como faros de diseño, cristales tintados o GPS, sean declarados expresamente en la póliza para quedar cubiertos y, dependiendo del valor, además incrementarán el coste del seguro.
4. Dar parte de un accidente siempre supone un aumento de la prima. Dar un parte de accidente puede aumentar el precio de renovación anual de la póliza o no. Es posible, incluso, que habiendo dado un parte al recalcular la cuota anual del seguro, ésta se reduzca. Esto sucede porque dependiendo del número de partes que haya declarado el asegurado, las circunstancias y la gravedad de cada uno de los incidentes, el nivel de bonificación puede no verse afectado. Lo que sí es evidente es que una conducción segura y responsable es la mejor garantía para obtener un seguro más económico. De hecho, existen ciertas aseguradoras que permiten hasta 3 partes al año sin que ello suponga una penalización en la prima.
5. Contratar todos los seguros de coche y el de la casa con la misma empresa siempre será más económico. Está demostrado que cada entidad tiene su grado de especialización en un segmento determinado. Una aseguradora puede tener el precio más competitivo para el seguro de un Ford Focus de una conductora menor de 30 años, pero en cambio ser mucho más cara que otras opciones para la póliza de un BMW Serie 3 de un conductor mayor de 50 años o, por ejemplo, para el seguro de una vivienda. La forma más efectiva para ahorrar consiste en investigar y comparar todas las posibilidades que ofrece el mercado.
Fuente: asesorseguros.com