Viajar suele ser placentero… hasta que se demuestra lo contrario. Porque un viaje puede convertirse en la mejor experiencia del año, salvo que se tuerza. ¿Qué pasa si el coche nos deja tirados? ¿Y si se retrasa un avión y perdemos una conexión en el otro lado del Planeta? ¿Qué hacemos si el hotel no se parece al que nos vendieron en la agencia? Peor aún, ¿y si enfermamos? ¿Y si un problema en el lugar de destino nos obliga a regresar antes de tiempo?
Los seguros de viaje están para cubrir todas esas cosas que no queremos que pasen, pero que pueden y suelen pasar con más frecuencia de la deseada. Son seguros de asistencia que, a menudo, solucionan con eficacia y rapidez cualquier tipo de inconveniente. Es evidente que contratarlos resulta enormemente tranquilizador, aunque es importante saber también que muchas de sus coberturas están resueltas de antemano con otros seguros contratados y tarjetas de crédito.
GERERALIDADES
La mayoría de las veces bastará el seguro del coche para solucionar los problemas que puedan surgir viajando en este medio de transporte: grúa, asistencia en carretera, regreso al origen, etc.
En caso de viajar al extranjero, los principales problemas pueden llegar desde el punto de vista sanitario. En este sentido, puede ser de utilidad contratar un seguro que nos cubra vueltas anticipadas o el alojamiento de algún acompañante en caso de hospitalización, entre otros aspectos. También podemos necesitar fuera de nuestro país algún tipo de asesoría jurídica o coberturas relacionadas con le pérdida o robo del equipaje, por poner sólo un par de ejemplos más.
Los problemas pueden ser tantos como los seguros específicos a contratar, revisar nuestros seguros ya contratados, así como los derechos que tenemos al pagar un viaje con una tarjeta de crédito. Muchas veces son suficientes y podemos ahorrar costes innecesarios.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
En caso de contratar un seguro de viaje -cada vez más y mejores, es justo decirlo-, las asociaciones de consumidores recomiendan buscar, comparar y firmar en función de nuestras necesidades concretas, además de cuidar algunos aspectos importantes:
-Antes de salir, prepara en un lugar de fácil acceso el teléfono de asistencia, nunca se sabe cuándo lo vas a necesitar.
-Lleva los datos de la póliza contigo, pero deja una copia de ellos a algún familiar o persona cercana.
-No olvides ningún documento: seguros, pasaporte, visados, tarjetas sanitarias,...
-En caso de problemas, llama a la aseguradora para que te asesore y no olvides guardar la factura de todos tus gastos.
-Finalmente, actúa con prudencia en el destino, especialmente si es más allá de las fronteras de tu país: respeta las leyes, evita riesgos con comidas y bebidas, no corras riesgos innecesarios,… Recuerda que prevenir es siempre mejor que curar.